Receta electrónica europea y protección de datos
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social define la receta médica como “el documento normalizado por el cual los profesionales legalmente facultados prescriben los medicamentos o productos sanitarios al paciente para su dispensación”. En este mismo sentido, define la receta médica electrónica como “una modalidad de servicio digital de apoyo a la asistencia sanitaria que permite al facultativo emitir y transferir prescripciones por medios electrónicos, basados en las tecnologías de la información y comunicación, que posteriormente pueden ser objeto de dispensación”.
A nivel europeo, el servicio electrónico de asistencia sanitaria transfronteriza tiene por objeto garantizar la atención médica de los ciudadanos europeos en toda la Unión. Para ello, se encuentra en desarrollo e implementación la receta electrónica interoperable, y el historial médico electrónico. Centrándonos en la receta electrónica europea, esta permitiría la dispensación de medicamentos en todas las farmacias de la Unión Europea (UE), con independencia del estado miembro de la UE donde se haya prescrito el medicamento o producto sanitario.
Está claro que la receta electrónica europea -así como el historial médico electrónico- suponen grandes beneficios para los ciudadanos europeos en materia de salud y bienestar social, ahorro de costes y simplificación burocrática, pero ¿se ajusta este sistema transfronterizo a la normativa sobre protección de datos europea?
La realidad es que la respuesta a esta pregunta no es tan sencilla, por lo que debemos tener en consideración determinados aspectos:
¿Es una transferencia internacional de datos la receta electrónica europea?
Como hemos indicado, la receta electrónica europea permite que un ciudadano de la UE retire los medicamentos prescritos por su médico en cualquier país de la Unión. En principio, podría parecernos que se trata de una transferencia internacional de datos, pero como bien establece el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), solamente se considerarán transferencias internacionales los flujos de datos personales de un país de la UE a otro país que se ubique fuera del Espacio Económico Europeo (los países de la UE más Liechtenstein, Islandia y Noruega).
¿Existe base jurídica para el tratamiento transfronterizo de la receta electrónica europea?
El RGPD considera categoría especial de datos personales los datos relativos a la salud, por lo que el contendido de la receta electrónica puede considerarse datos de salud. En este mismo sentido, el RGPD prohíbe de forma general en su artículo 9.1 el tratamiento de categorías especiales de datos, con excepción de los supuestos regulados en su apartado segundo.
Por lo tanto, parece que podríamos encontrar base jurídica para el tratamiento de datos de salud con la receta electrónica europea en el apartado h) del artículo 9.2 del RGPD, el cual establece que será posible tratar los datos de salud (y demás categorías especiales de datos) del interesado cuando “el tratamiento es necesario para fines de medicina preventiva o laboral, evaluación de la capacidad laboral del trabajador, diagnóstico médico, prestación de asistencia o tratamiento de tipo sanitario o social, o gestión de los sistemas y servicios de asistencia sanitaria y social, sobre la base del Derecho de la Unión, o de los Estados miembros o en virtud de un contrato con u profesional sanitario”.
Del mismo modo, el apartado i) del artículo 9.2 del RGPD también parecería servir de base jurídica para la receta electrónica europea, el disponer que será lícito el tratamiento de datos de salud del interesado cuando “el tratamiento es necesario por razones de interés público en el ámbito de la salud pública, como la protección frente amenazas transfronterizas graves para la salud, o para garantizar elevados niveles de calidad y de seguridad de la asistencia sanitaria y de los medicamentos o productos sanitarios, sobre la base del Derecho de la Unión o de los Estados miembro.
Genís Vera Sampedro
